Mis motivos para estudiar el EIR

4 años después de terminar la carrera creo que es hora de pararse y pensar, pensar en los trabajos que he tenido en este tiempo, todos ellos temporales, 2 meses aquí, 1 allá,  con suerte 6, días sueltos, y contratos que me atrevería a decir ilegales. Aún así parece que hay que dar las gracias, gracias por trabajar aunque no se respeten las horas de descanso, gracias por hacer horas extra sin cobrarlas y vacaciones que brillan por su ausencia. Todo ello siempre con una sonrisa en la boca, no vaya a haber alguien que te llame desagradecida por esa magnífica suerte de tener trabajo hoy en día.

Todo ello en caso de tener trabajo, que la otra cara de la moneda no es mucho mejor, y ya no es sólo el no tener trabajo o el hacer cuentas a ver hasta dónde se pueden estirar X euros, es soportar, sí, soportar a toda esa gente que se  escandaliza porque siendo enfermera esté en paro. Parece que no hay persona que no tenga una amiga/prima/conocida que sea enfermera y lleve trabajando desde que terminó la carrera, o, en su defecto, que se ha ido al extranjero y no veas lo bien que está, pero bueno, eso da para otra entrada.

En esta entrada quería explicar (o más bien desahogarme) de por qué he decidido estudiar para el EIR, y es que señores, yo también quiero trabajar, pero trabajar de verdad, tener un contrato de dos años y después de eso tener un título en enfermera especialista. Quiero tener experiencia y ser mejor en mi trabajo.



PD: Menudo rollo para ser la primera entrada, juro que soy una persona mucho más optimista de lo que ha podido parecer, pero necesitaba desahogarme, y ya que es lo que me apetecía decir, ahí queda (tampoco creo que lo vaya a leer nadie, así que...).